Un barrio condicionado por la situación social y urbanística Una alta densidad de población Una comunidad joven Los niveles de educación La situación laboral La situación económica Comunicaciones con el entorno |
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La Mina es un espacio que busca mejores conexiones con el tejido urbano y social de Sant Adrià de Besòs (el municipio donde se halla enclavado) y también de Barcelona. La situación social y urbanística condicionan la realidad del barrio:
UNA ALTA DENSIDAD DE POBLACIÓN Según el censo de 1991, viven en el barrio 10.696 personas, una cifra poco representativa de la población residente real, ya que un sector importante no está empadronado o contabilizado estadísticamente. Se calcula que la población total se sitúa entre los 11.000 y los 13.000 habitantes. La densidad actual del barrio supera ampliamente los 500 habitantes/hectárea, muy por encima de la media de Sant Adrià (319) o de Barcelona (221). Datos correspondientes al año 1996 señalan que una cuarta parte de la población de la Mina procede de Andalucía, y sólo el 5% ha nacido en el área metropolitana de Barcelona. Una estimación aproximada del número de personas residentes en el barrio que pertenecen a la etnia gitana indica que representan alrededor del 30% de la población total. UNA COMUNIDAD JOVEN: UNA CUARTA PARTE DE LA POBLACIÓN TIENE MENOS DE 16 AÑOS La pirámide poblacional de los residentes (registrados) en la Mina muestra una población muy joven, con más de la mitad de los habitantes con una edad inferior a los 45 años. Un 31% de la población residente (registrada) tiene menos de 19 años y aproximadamente un 24% es menor de 16 años. Esta característica demográfica es radicalmente diferente en comparación con las estructuras poblacionales “clásicas” de pirámide invertida, comunes en el resto del área metropolitana. Desde mediados de los años 90 el barrio sufre un declive en lo relativo al número de familias residentes, lo que responde, por un lado, a situaciones de desequilibrio familiar y, por otro, al abandono del barrio por parte de familias con suficiente poder adquisitivo para buscar fuera del barrio su lugar de residencia. Este flujo se ha visto compensado en parte por la
llegada de inmigrantes procedentes de países del Este de Europa,
del Magreb y subsaharianos, los cuales representan el 5% de la población
total del barrio. El nivel de instrucción de la población de la Mina presenta algunos déficits, motivados por las carencias formativas históricas de los colectivos ubicados en el barrio. Aproximadamente un 18% de los residentes en el barrio no saben leer ni escribir, mientras que en el conjunto de Cataluña esta proporción es de un 2%. Este bajo nivel de instrucción se correlaciona
con un elevado índice de fracaso escolar y de absentismo, que en
el curso 1998-1999 ascendió a un 40% en el caso de los alumnos
de secundaria y entre un 10% y un 15% para la enseñanza primaria,
cifras sensiblemente superiores a las registradas en Sant Adrià
de Besòs (cerca de un 1% en ambos casos). La situación del mercado de trabajo en el barrio de la Mina se caracteriza por la precariedad laboral y una elevada desocupación. También es preciso destacar desigualdades importantes entre hombres y mujeres en cuanto a dicha desocupación. La población potencialmente activa (mayores de 16 años) se sitúa alrededor del 74% del total, aunque sólo un 42% trabaja. La tasa de ocupación en el barrio de la Mina es del 29,1%, inferior al 37,2% de Sant Adrià de Besòs o al 42,3% para el conjunto de Cataluña. Ello se explica, entre otras razones, por un alto grado de incapacitaciones debidas a enfermedades (asociadas, por ejemplo, a la drogadicción), así como por ciertas situaciones de “dependencia” en determinados colectivos respecto a los programas sociales desarrollados por las diferentes administraciones. Hay que remarcar la diferencia importante que se da entre hombres y mujeres en el barrio de la Mina, donde la tasa de ocupación masculina es más del doble con respecto a la femenina. La precariedad de la ocupación en la Mina es muy superior al resto del municipio e incluso al conjunto de Cataluña: un 37% de los empleados residentes en la Mina tiene contratos eventuales, frente a un 28% en Sant Adrià de Besòs o un 22% en el resto de Cataluña. Por su parte, la tasa de paro en el barrio de la Mina es del 12%, ante un 8,5% en el conjunto del municipio o un 6,3% para toda Cataluña (datos de 1999). La renta familiar bruta disponible per cápita de la Mina es de 3.626,77 EUR (603.443 pesetas), frente a los 6.172,50 EUR (1.027.017 pesetas) de Sant Adrià de Besòs o la media de 9.406,44 EUR (1.565.100 pesetas) para Cataluña. El tejido empresarial del barrio de la Mina es débil. La tasa de empresas por mil habitantes se sitúa en torno a las 11 (incluidas las actividades de comercio minorista), ante una tasa de 73 empresas por mil habitantes para el conjunto de Sant Adrià de Besòs. Además, las actividades existentes se caracterizan por una baja competitividad, con una organización del trabajo poco modernizada y una baja productividad. Por otro lado, del total de subsidios por desocupación de Sant Adrià, sólo el 26,1% corresponde a personas que residen en el barrio de la Mina, a pesar de que represente más de un 40% del total de desempleados del municipio. Otro hecho que hay que destacar es que el 80,5% de
los solicitantes de ayudas del Programa de la renta mínima de inserción
(PIRMI) son mujeres. Esto ilustra (dadas las condiciones necesarias para
la recepción de ayudas) tanto las especiales dificultades a las
que se enfrentan las mujeres para acceder al mercado de trabajo, como
los numerosos casos de familias monoparentales donde la mujer tiene menores
y otras personas a su cargo. El barrio de la Mina cuenta con pocas conexiones a través del transporte público con su entorno más inmediato (el resto de Sant Adrià de Besòs y Barcelona), hecho que conlleva dificultades añadidas para los desplazamientos de sus residentes, así como la generación de una percepción de aislamiento.
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