La celebración de la fiesta mundial contra la violencia hacia las mujeres introdujo este año un foro de preguntas y respuestas, Speakers corner, por abordar directamente la delicada cuestión de la violencia contra las mujeres. Bajo varias denominaciones (violencia sexista, de género, machista, doméstica ...) y diferentes modalidad de violencia (física y psicológica) se identifica el padecimiento de todas las mujeres que sufren abuso de poder por parte de los hombres de una sociedad y un mundo que a menudo todavía ve las mujeres como un mero objeto al servicio del hombre.
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De una banda quedó claro que cualquier persona que detecte actos de violencia doméstica, ya sea de la familia o del entorno próximo a las víctimas puede alertar la policía sin ser identificada; y por otra, que ha quedado eliminado del Código Penal el supuesto de abandonamento del hogar, que cuando era frenaba muchas mujeres a poner distancia con el agresor por el miedo a perder los hijos. Y, explicaron que la mujer sin recursos económicos que necesita marchar de casa tiene a su disposición las casas de acogida, dónde puede instalarse con los hijos mientras la administración y sus servicios le ayudan a resolver el conflicto familiar.
Saber identificar los inicios del drama
Las dos profesionales que atienen casos de mujeres maltratadas enumeraron distintas actuaciones y maneras de hacer, que quizás, no en todos los casos, la víctima sabe identificar como violencia. Bien por su sutileza, que se puede entender como una "manía" del compañero -control sobre la manera de vestir, los amigos o mensajes sms- o por una educación machista de la cual la mujer ha asumido como comportamientos "normales" actos de abuso. Y, también, alertaron sobre esta clase de violencia entre los jóvenes, que contrariamente al que se podría esperar a veces establecen relaciones de dominio y control.
El público asistente pudo tener un primer contacto con una manera profesional y, a la hora, humana de trabajar por encontrar soluciones a los casos de violencia de género. Tal y como quiso evidenciar el agente de la policía, al subrayar que en el Área de atención a la mujer de los Mossos de Escuadra todas las agentes son mujeres y no usan el uniforme del cuerpo por tal de suavizar las formas ante situaciones en que el miedo y el recelo están muy presentes
La sala de actos se llenó con una octagésima de personas, la inmensa mayoría mujeres, y se puso en marcha un interesante debate que trató del rechazo y el ataque que pueden recibir aquellos que se salen de lo corriente, como los pasa a los protagonistas, las relaciones de dependencia que se crean en las parejas, el miedo al qué dirán, o la violencia machista que sufre uno de los personajes secundarios.