Comenzaron después del verano de 2011, algunos de ellos están desde el primer día y otros se han ido añadiendo por el camino. El Club de lectura de la biblioteca Fuente de la Mina lo forman una decena de personas de edades y circunstancias diversas que disfrutan acompañarse leyendo y del intercambio de las ideas ...
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"Siempre comenzamos la tertulia -explica, María José, coordinadora del club- debatiendo sobre el libro del mes, sin embargo, es inevitable que repasamos temas de actualidad o existenciales y, normalmente, acabamos hablando del barrio".
Se estrenaron con "La sonrisa etrusca" del escritor y economista José Luis Sampedro, que también ha sido uno de los que ha gustado en su mayoría, y ahora leen "Fahrenheit 451" del estadounidense, Ray Bradbury, para comentarlo lunes 8 de junio. Treinta libros a lo largo de estos cuatro años. Esto en cuanto a las propuestas del Club de lectura, sin embargo, la mayoría de sus miembros asegura que han leído unos cuantos más, "normalmente dos o tres al mes" es la media. Han conocido Isabel Allende, Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Rosa Regàs, Gabriel García Márquez, Carmen Posadas, Ramón J. Sender, Ernest Hemingway, Alberto Vázquez Figueroa, Alicia Giménez Bartllet, Javier Cercas, Paul Auster, Luis Gutiérrez Maluenda, Josefina Aldecoa, Manuel Rivas, Arturo Pérez Reverte, Nathaniel Hawthorne ... Este último autor, con "La letra escarlata", ha sido el único que ha conseguido que durante toda la tertulia sólo se hablara del libro.
Una apuesta por la lectura y por el barrio
Hubo quien, cuando en 2009 se inauguró la biblioteca, no se decidió a apostar por un club de lectura para esta biblioteca que forma parte de la red de bibliotecas de la Diputación de Barcelona, y está ubicada dentro del Espacio cultural del barrio de la Mina. Fue con la llegada de Montse Espuga como nueva directora del equipamiento, que se puso en marcha. Prepararon una sala muy acogedora en el piso de arriba, donde se reúnen cada primer lunes de mes a las seis de la tarde. Y, María José Bravo, miembro del equipo técnico de la biblioteca, fue asumir el reto personal que coordinar el Club. Todos juntos han madurado como lectores. "La lectura compartida te enriquece" aseguran, y explican que ahora se fijan en muchas más cosas y están pendientes de detalles que al principio no tenían en cuenta. También como tertulianos, aprendiendo a expresar opiniones, respetar y disfrutar de la discrepancia, saber argumentar los propios puntos de vista, ejercitar la reflexión que cada libro sugiere y practicar la curiosidad queriendo saber del autor o del contexto histórico en que se desarrolla una trama. Cada libro es una ventana y cada lector un mundo.