En el barrio de la Mina existe una pieza arquitectónica singular que mantiene vivo el vínculo entre el pasado y el presente. Es el balcón que formaba parte del antiguo Centro cívico, obra de Enric Miralles y Carme Pinós. La propuesta fue diseñada como elemento interior de un local de encuentro de la comunidad, de dimensiones, quizás, demasiado reducidas para acoger su contundencia.

 

Con el Plan de Transformación se desmontó el primer edificio, quedando expuesto el balcón en el exterior, antes de quedar incorporado en el vestíbulo del actual Espai Cultural Font de la Mina de la calle de Ponent, inaugurado el año 2009.

La conservación de este balcón es también una recuperación técnica. La prenda combina estructura de hormigón armado visible con perfiles metálicos de acero pintado que forman las barandillas y la pasarela. El conjunto lo completa una pared metálica lateral de formas redondeadas que integra un largo banco. La geometría angular, la combinación de materiales y el uso innovador del espacio interior configuran un elemento arquitectónico propio de Miralles i Pinós, que se convierte en un referente arquitectónico para el barrio y parte de su catálogo internacional.

 

 

Miralles más allá de la Mina: un legado internacional
En el vigésimo quinto aniversario de la muerte de Enric Miralles, el balcón del barrio de la Mina nos recuerda que la arquitectura es memoria, proceso y territorio. Desde una pasarela interior a un parlamento, la obra del arquitecto Enric Miralles mantiene una presencia viva capaz de establecer diálogos locales y globales.

Este testimonio local es una pequeña muestra del vasto legado de Miralles, una figura clave de la arquitectura catalana contemporánea. Su obra se extiende de forma relevante y diversificada: desde el Parlamento de Escocia en Edimburgo, pasando por el Palacio de Deportes de Huesca, el Centro Social del Círculo de Lectores en Madrid, hasta los proyectos japoneses del Pabellón de Meditación en Unazuki y la plaza de la estación de Takaoka en la jefatura de Toy.

Primero con Carme Pinós y después con Benedetta Tagliabue, Miralles combinó materiales como acero, madera y aluminio en proyectos que integran concepciones innovadoras de espacio y paisaje. Ejemplos como la rehabilitación del Ayuntamiento de Utrecht, las viviendas de Borneo Eiland en Amsterdam o la escuela de música juvenil en Hamburgo ejemplifican una arquitectura experimental a la vez que funcional, que enriquece el patrimonio de las ciudades del mundo donde se encuentran.

 

 

Patrimonio arquitectónico local
Conservar el balcón de la Mina significa poner en valor un fragmento de este amplio recorrido profesional y vital. También es dignificar un espacio que ha sido testigo y motor de cambio social. Esta estructura habla no sólo de arquitectura sino también de la comunidad que la habita.

 

Consorci del Barri de la Mina